Ya sea que se moldee en tejas similares a la madera para usar en casas tradicionales o más antiguas o se aplique como láminas acanaladas para una arquitectura más moderna, el techado de metal brinda a tu hogar la durabilidad del acero.

En cualquier caso, el mantenimiento adecuado asegura una vida útil más prolongada del material y un techo sin filtraciones durante muchos años. Te recomendamos adquirir un impermeabilizante para lámina para protegerlo del clima y el sol.

Asimismo, estas recomendaciones que te brindamos a continuación, te serán de mucha ayuda.

Evita pararte en el techo

Una superficie de metal es más delgada y no soporta tanto peso como una de madera.

Si bien no caerá a través del techo, puedes abollar y dañar accidentalmente los paneles. Si debes caminar sobre el techo, hazlo directamente sobre las vigas y las correas, que son las estructuras de soporte horizontal.

Barre, sopla o recoge cualquier residuo que pueda haberse acumulado en la superficie del techo, como hojas y ramas. Presta atención a los desagües.

La acumulación de suciedad es más pronunciada en los techos más planos comunes a la arquitectura moderna.

Si notas algún crecimiento biológico o savia, usa un cepillo duro y agua para limpiar el área. Una limpieza anual con una manguera y un limpiador de techos puede mantener la superficie con el mejor aspecto.

Asegúrate de que dos metales diferentes en tu techo no se toquen entre sí, cuando tengas esta situación.

Esto puede suceder si las piezas se aflojan o se mueven accidentalmente durante las inclemencias del tiempo. Ciertos materiales no interactúan bien y pueden aumentar la corrosión, como el cobre y el aluminio, o el cobre y el acero galvanizado.

Aprieta los tornillos flojos o reemplaza los que se hayan soltado

Tus reemplazos deben ser del mismo material que el techo. Cuando instales tornillos nuevos, hazlo solo en áreas elevadas. Poner tornillos en las áreas más bajas puede hacer que se acumule agua, lo que puede producir oxidación.

Inspecciona los selladores en las costuras y los bordes

Aunque algunos selladores duran toda la vida útil del techo, algunos tienen una expectativa de vida de solo 20 años.

Reemplaza según sea necesario. Retoca cualquier pintura gastada o faltante para evitar la oxidación. Estas inspecciones son particularmente importantes después de fuertes tormentas o una gran acumulación de nieve.

Cuando veas áreas de óxido, puede significar que tu revestimiento anticorrosión se está desgastando. Un contratista de techos puede confirmar la causa o puede descubrir razones más serias para la oxidación.

Repara las costuras separadas o los agujeros

Aunque puedes volver a sellar fácilmente las costuras sueltas apretando los tornillos, los agujeros y otros daños pueden requerir la intervención de un profesional.

Cualquier espacio en el metal permite que el agua dañe potencialmente la estructura del techo subyacente y produzca fugas dentro de tu hogar.

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